2011-08-28,21:51
REVIEW: RICKENBACKER 4003
No había hecho este review antes pensando que no tenía mucho sentido revisar un clásico archi-conocido, pero acá he conversado con varios foreros que tienen algún pero con sus Ric’s, por lo tanto, si me lo permiten, quisiera hacer un review de este clásico, el Ric 4003, basado en un modelo color negro (jetglo), año 2009, a ver si a alguno le sirve.
Foto del bajo:
CONSTRUCCIÓN
Tal como siempre, el Rickenbacker 4003 se fabrica solo en versión neck-through (cuello a través del cuerpo), en un ensamble continuo de una, tres y rara vez más piezas de maple. El bajo acá revisado, en particular es de dos piezas de maple en el cuello y las alas del clavijero son dos piezas de walnut. El cuerpo son dos piezas macizas de maple del mismo corte (con detención se pueden ver vetas como en un espejo) a cada lado. El diapasón es de bubinga (tipo de palo de rosa) con inlays triangulares que ocupan todo el ancho del diapasón (típico del modelo 4003). Tanto el diapasón como el cuerpo tienen binding blanco, de terminación intachable. La cejuela del clavijero es de grafito y viene ajustada en altura con gran precisión. El cuerpo pesa 4,5 kg, siendo un bajo relativamente pesado (consecuencia de ser casi puro maple), levemente cargado hacia el cuerpo, teniendo en general un buen equilibrio, sin cabecear el clavijero. El espesor del cuerpo es sustancialmente más delgado que un Jazz Bass, cosa inusual para un bajo pasivo. El mástil es ancho, lo cual se nota especialmente hacia el clavijero, siendo el diapasón de un ancho similar a un Precision y el espesor del brazo parecido a algunos Warwick. Las cavidades de la electrónica están perfectamente routeadas y calzan sin problemas con el hardware, lo mismo los espacios para el ajuste de las varas tensoras.
Foto del espesor del brazo, comparado con un Jazz Bass:
HARDWARE
El puente es masivo, clásico de los bajos Rickenbacker, teniendo una entrada de las cuerdas con bajo ángulo y quedando el soporte de estas oculto dentro del puente. Tiene ajuste de altura a través de tornillos Allen y ajuste de la curvatura (radio) del diapasón de fábrica, hecho a mano sobre los apoyos metálicos para cada cuerda. También es posible ajustar el largo de cada cuerda por separado, y además posee tornillos a cada lado para apañar el sonido de las cuerdas si así se desea. Las bobinas son las clásicas single coil Rickenbacker bridge (treble) y neck (bass). Los potenciómetros, el switch y la electrónica son Rickenbacker, muy suaves y de respuesta sensible. Está dotado como todos los 4003 de dos salidas, mono y stereo, pudiendo enviar cada bobina a un amplificador diferente. Las clavijas son Schaller hechas especialmente para Rickenbacker, con el logo bajo relieve. Finalmente, los pins de fábrica son sólidos y bien ajustados, y además son compatibles con los straplocks Schaller.
SONIDO
Si bien el sonido es el sello de este clásico bajo, existen notorias diferencias al comparar el 4001 con el 4003, y aún entre modelos idénticos, también hay claras diferencias de sonido. El bajo revisado posee, a diferencia del 4001, un output bastante alto para un bajo pasivo (lo pude comparar mano a mano con un Warwick $$ y no anda muy lejos en pencazo,de hecho, a ratos me saturó la grabación que les dejo más adelante). El control de volumen y tono independiente para cada bobina permite gran versatilidad sonora, a lo que se debe sumar el switch de tres posiciones y el push/pull del tono del puente, que permite recuperar el sonido clásico (vintage) del modelo 4001.
Este bajo permite obtener un sonido muy agresivo, ideal para tocar rock o similares, como también sonidos muy pastosos. En comparación, puede entregar bajos más profundos que un Jazz Bass (lo comparé directamente con un Geddy Lee JB), sin embargo, no resulta un bajo fácil para slap o técnicas que requieran un sonido cristalino y brillante, aunque es cosa de acostumbrarse.
PROBLEMAS DE AJUSTES
Acá está el punto débil de este bajo. Existen bajos difíciles de ajustar y este. Para la calibración, este bajo posee dos varas tensoras paralelas. Para su ajuste, es necesario remover el headstock y siguiendo la guía del maestro Jerzy Drozd, se suelta la vara de las cuerdas más graves y se ajusta la de las cuerdas más agudas, que son las que mayor tensión reportan al mástil. Después se iguala en tensión la barra restante. Hasta aquí todo bien, sin embargo, al momento de calibrar el largo de las cuerdas se presenta un problema mayor, ya que los tornillos de ajuste quedan cubiertos por el puente al calibrar la altura de las cuerdas.
Foto de los tornillos de ajuste y dificultad de acceder a ellos:
Como solución, se puede calibrar primero el largo, ajustando al máximo la altura de las cuerdas, lo que deja acceso suficiente a los tornillos de ajuste del largo, y posteriormente, ajustar la altura. Pese a esto, y dependiendo del diámetro de las cuerdas que se quieran colocar, los carros de apoyo de las dos cuerdas más agudas no permitieron en primera instancia una calibración precisa, puesto que una vez que alcanzaron el tope de largo máximo, el sonido aún no era igual entre el armónico 12 y la nota en dicho traste. Para solucionarlo, desarmé el carro y lo di vuelta, con lo que se ganan 3 mm aprox., los que son suficientes para calibrar bien ambas cuerdas.
Foto de los carros invertidos:
Otro problema importante es el cubre-cápsula del puente. Si bien le da un aspecto muy vintage, para algunos (incluido yo) puede ser un problema de comodidad, siendo necesario removerlo. Para sacarlo, HAY QUE SACAR LAS CUERDAS Y DESARMAR LA CÁPSULA COMPLETA. Un verdadero cacho.
Por otro lado, el sonido tampoco está exento de inconvenientes, ya que las dos cápsulas vienen notoriamente desbalanceadas de fábrica, quedando muy apocada la del cuello respecto a la puente. La solución es sencilla, ya que ambas pueden ajustarse en altura y además se puede regular la altura de cada polo individual en cada bobina, lo que permite adicionalmente un ajuste para cada cuerda.
CONCLUSIÓN
El Rickenbacker 4003 es un bajo bien difícil de domar, pero una vez conseguido, es una exquisitez. El sonido final dependerá mucho del ajuste que se le haga y de la paciencia de su dueño al momento de recibirlo. Por lo mismo, después de mucho ajustar, permite lograr una comunión especial con el instrumento, una suerte de “traje a la medida”. Al momento de tocar, es un bajo con muchas posibilidades sonoras gracias a sus controles, pero sin perder ese sonido propio y característico del modelo. En mi opinión, es lejos el bajo pasivo con mayor posibilidad de control del sonido que yo conozco. Con un poco de ecualización externa, se pueden abrir campos sonoros propios para slap u otros, pero el bajo en sí no es favorable para estas técnicas. Absolutamente ideal para sonido agresivo, con muchísimo growl y un sustain del terror. El ancho del cuello debe ser considerado, ya que puede resultar incómodo para algunos acostumbrados a brazos más gráciles.
En resumen, una maravilla para quienes gustan del sonido Ric; el bajo da el 100% de lo que uno espera de él. Requiere paciencia para su ajuste, sin embargo, permite cubrir los requerimientos de cada dueño, dejando un bajo muy personalizado. La calidad del hardware garantiza que no serán necesarios mayores ajustes en un muy largo tiempo, incluso la afinación, ya que las clavijas son tremendamente estables y dentro del case (viene con el bajo) no se mueven.
A continuación una grabación de demostración, jugando con los distintos ajustes posibles del bajo. Está cruda, grabada directo del micrófono al compu, sin mayor ajuste del amplificador (Peavey TNT 115 S BW). Recomiendo oirla con audífonos para apreciarla mejor:
http://www.youtube.com/watch?v=a1_1Ur261mE
Ojalá sea de utilidad. Saludos!
No había hecho este review antes pensando que no tenía mucho sentido revisar un clásico archi-conocido, pero acá he conversado con varios foreros que tienen algún pero con sus Ric’s, por lo tanto, si me lo permiten, quisiera hacer un review de este clásico, el Ric 4003, basado en un modelo color negro (jetglo), año 2009, a ver si a alguno le sirve.
Foto del bajo:
Spoiler:
![[Imagen: 6094670485_42ef3fb59f_b.jpg]](http://farm7.static.flickr.com/6196/6094670485_42ef3fb59f_b.jpg)
CONSTRUCCIÓN
Tal como siempre, el Rickenbacker 4003 se fabrica solo en versión neck-through (cuello a través del cuerpo), en un ensamble continuo de una, tres y rara vez más piezas de maple. El bajo acá revisado, en particular es de dos piezas de maple en el cuello y las alas del clavijero son dos piezas de walnut. El cuerpo son dos piezas macizas de maple del mismo corte (con detención se pueden ver vetas como en un espejo) a cada lado. El diapasón es de bubinga (tipo de palo de rosa) con inlays triangulares que ocupan todo el ancho del diapasón (típico del modelo 4003). Tanto el diapasón como el cuerpo tienen binding blanco, de terminación intachable. La cejuela del clavijero es de grafito y viene ajustada en altura con gran precisión. El cuerpo pesa 4,5 kg, siendo un bajo relativamente pesado (consecuencia de ser casi puro maple), levemente cargado hacia el cuerpo, teniendo en general un buen equilibrio, sin cabecear el clavijero. El espesor del cuerpo es sustancialmente más delgado que un Jazz Bass, cosa inusual para un bajo pasivo. El mástil es ancho, lo cual se nota especialmente hacia el clavijero, siendo el diapasón de un ancho similar a un Precision y el espesor del brazo parecido a algunos Warwick. Las cavidades de la electrónica están perfectamente routeadas y calzan sin problemas con el hardware, lo mismo los espacios para el ajuste de las varas tensoras.
Foto del espesor del brazo, comparado con un Jazz Bass:
Spoiler:
![[Imagen: 6094665581_1f8a4ffac1_b.jpg]](http://farm7.static.flickr.com/6074/6094665581_1f8a4ffac1_b.jpg)
HARDWARE
El puente es masivo, clásico de los bajos Rickenbacker, teniendo una entrada de las cuerdas con bajo ángulo y quedando el soporte de estas oculto dentro del puente. Tiene ajuste de altura a través de tornillos Allen y ajuste de la curvatura (radio) del diapasón de fábrica, hecho a mano sobre los apoyos metálicos para cada cuerda. También es posible ajustar el largo de cada cuerda por separado, y además posee tornillos a cada lado para apañar el sonido de las cuerdas si así se desea. Las bobinas son las clásicas single coil Rickenbacker bridge (treble) y neck (bass). Los potenciómetros, el switch y la electrónica son Rickenbacker, muy suaves y de respuesta sensible. Está dotado como todos los 4003 de dos salidas, mono y stereo, pudiendo enviar cada bobina a un amplificador diferente. Las clavijas son Schaller hechas especialmente para Rickenbacker, con el logo bajo relieve. Finalmente, los pins de fábrica son sólidos y bien ajustados, y además son compatibles con los straplocks Schaller.
SONIDO
Si bien el sonido es el sello de este clásico bajo, existen notorias diferencias al comparar el 4001 con el 4003, y aún entre modelos idénticos, también hay claras diferencias de sonido. El bajo revisado posee, a diferencia del 4001, un output bastante alto para un bajo pasivo (lo pude comparar mano a mano con un Warwick $$ y no anda muy lejos en pencazo,de hecho, a ratos me saturó la grabación que les dejo más adelante). El control de volumen y tono independiente para cada bobina permite gran versatilidad sonora, a lo que se debe sumar el switch de tres posiciones y el push/pull del tono del puente, que permite recuperar el sonido clásico (vintage) del modelo 4001.
Este bajo permite obtener un sonido muy agresivo, ideal para tocar rock o similares, como también sonidos muy pastosos. En comparación, puede entregar bajos más profundos que un Jazz Bass (lo comparé directamente con un Geddy Lee JB), sin embargo, no resulta un bajo fácil para slap o técnicas que requieran un sonido cristalino y brillante, aunque es cosa de acostumbrarse.
PROBLEMAS DE AJUSTES
Acá está el punto débil de este bajo. Existen bajos difíciles de ajustar y este. Para la calibración, este bajo posee dos varas tensoras paralelas. Para su ajuste, es necesario remover el headstock y siguiendo la guía del maestro Jerzy Drozd, se suelta la vara de las cuerdas más graves y se ajusta la de las cuerdas más agudas, que son las que mayor tensión reportan al mástil. Después se iguala en tensión la barra restante. Hasta aquí todo bien, sin embargo, al momento de calibrar el largo de las cuerdas se presenta un problema mayor, ya que los tornillos de ajuste quedan cubiertos por el puente al calibrar la altura de las cuerdas.
Foto de los tornillos de ajuste y dificultad de acceder a ellos:
Spoiler:
![[Imagen: 6095236910_73765d5368_b.jpg]](http://farm7.static.flickr.com/6061/6095236910_73765d5368_b.jpg)
Como solución, se puede calibrar primero el largo, ajustando al máximo la altura de las cuerdas, lo que deja acceso suficiente a los tornillos de ajuste del largo, y posteriormente, ajustar la altura. Pese a esto, y dependiendo del diámetro de las cuerdas que se quieran colocar, los carros de apoyo de las dos cuerdas más agudas no permitieron en primera instancia una calibración precisa, puesto que una vez que alcanzaron el tope de largo máximo, el sonido aún no era igual entre el armónico 12 y la nota en dicho traste. Para solucionarlo, desarmé el carro y lo di vuelta, con lo que se ganan 3 mm aprox., los que son suficientes para calibrar bien ambas cuerdas.
Foto de los carros invertidos:
Spoiler:
![[Imagen: 6094666345_39c941d6f0_b.jpg]](http://farm7.static.flickr.com/6082/6094666345_39c941d6f0_b.jpg)
Otro problema importante es el cubre-cápsula del puente. Si bien le da un aspecto muy vintage, para algunos (incluido yo) puede ser un problema de comodidad, siendo necesario removerlo. Para sacarlo, HAY QUE SACAR LAS CUERDAS Y DESARMAR LA CÁPSULA COMPLETA. Un verdadero cacho.
Por otro lado, el sonido tampoco está exento de inconvenientes, ya que las dos cápsulas vienen notoriamente desbalanceadas de fábrica, quedando muy apocada la del cuello respecto a la puente. La solución es sencilla, ya que ambas pueden ajustarse en altura y además se puede regular la altura de cada polo individual en cada bobina, lo que permite adicionalmente un ajuste para cada cuerda.
CONCLUSIÓN
El Rickenbacker 4003 es un bajo bien difícil de domar, pero una vez conseguido, es una exquisitez. El sonido final dependerá mucho del ajuste que se le haga y de la paciencia de su dueño al momento de recibirlo. Por lo mismo, después de mucho ajustar, permite lograr una comunión especial con el instrumento, una suerte de “traje a la medida”. Al momento de tocar, es un bajo con muchas posibilidades sonoras gracias a sus controles, pero sin perder ese sonido propio y característico del modelo. En mi opinión, es lejos el bajo pasivo con mayor posibilidad de control del sonido que yo conozco. Con un poco de ecualización externa, se pueden abrir campos sonoros propios para slap u otros, pero el bajo en sí no es favorable para estas técnicas. Absolutamente ideal para sonido agresivo, con muchísimo growl y un sustain del terror. El ancho del cuello debe ser considerado, ya que puede resultar incómodo para algunos acostumbrados a brazos más gráciles.
En resumen, una maravilla para quienes gustan del sonido Ric; el bajo da el 100% de lo que uno espera de él. Requiere paciencia para su ajuste, sin embargo, permite cubrir los requerimientos de cada dueño, dejando un bajo muy personalizado. La calidad del hardware garantiza que no serán necesarios mayores ajustes en un muy largo tiempo, incluso la afinación, ya que las clavijas son tremendamente estables y dentro del case (viene con el bajo) no se mueven.
A continuación una grabación de demostración, jugando con los distintos ajustes posibles del bajo. Está cruda, grabada directo del micrófono al compu, sin mayor ajuste del amplificador (Peavey TNT 115 S BW). Recomiendo oirla con audífonos para apreciarla mejor:
http://www.youtube.com/watch?v=a1_1Ur261mE
Ojalá sea de utilidad. Saludos!