Chile Músicos

Versión completa: Comparto un buen cuento
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Les comparto un cuento que me gusta mucho, ojalá también lo disfruten salud!


Las víboras han salido otra vez al asecho. Buscan sedientas a todo aquel quien las mire. Se aprovechan del más desafortunado. Del enamorado.
Me llamo Girard y hoy contaré mi historia.
Se llamaba Girad y hoy contaré su historia. Cualquier coincidencia con la realidad no será más que eso. COINCIDENCIA
Girard frecuentaba una pequeña librería que quedaba en la esquina de una plaza con palmeras. Era pequeña y amena. A veces servían café y galletas. El hombre leía sin parar. Cuando se distraía de su lectura, aprovechaba de ver a la gente que estaba en el lugar. Miraba atentamente cada uno de sus gestos, los descomponía y analizaba cada uno por separado. La belleza de las cosas no está en la complejidad de su totalidad, sino que en la sutileza de las partes. Luego de contemplar los fragmentos del espejo, los volvía a reconstruir. Podía pasar horas haciendo eso. Se preocupaba de siempre realizarlo con un cuidado extremo. No quería convertir el maravilloso hábito en un proceso pues estos son automáticos. Casi mecánicos. ¿Cuál es la gracia de la vida si vivimos rutinariamente? Aun así hay gente que vive sin saber qué hacer. Malditos imbéciles. Pero felices
No hay cadena que nos aten. El que busca, encuentra. El que vive, muere y el que muere, vive
Girard no era su nombre real. Tampoco le gustaba sin embargo necesitaba un pseudónimo alejado de la realidad.
Qué es la vida sino coincidencia.
Hubo un día en que la librería cerró. Para siempre. El circuito natural del hombre se detuvo y se rompió en dos fragmentos; desesperación y alegría. La primera porque sus horas de lectura y análisis fueron desintegrados. La segunda porque era libre, las cadenas que lo ataban se habían roto forzosamente. Girard fue en busca de un nuevo lugar. Tenía el miedo de encontrarse con rechazo y desamor. Porque la libertad no nos garantiza nada. La libertad y horror pueden ir de la mano. Pese a eso, me fui se fue a pasear por los caminos de la seca dehesa. Se detuvo y miró con interés cada gran árbol que estaba al frente suyo y los contempló. Colosales troncos. Sanos. Llenos de éxito. Hermosos. Sus ramas eran las más preciosas que había visto en mucho tiempo. Pero al descomponer la imagen veía como el color cambiaba a gris y las hojuelas se volvían cenizas.
Girard tenía el pelo negro y el alma negra en cambio la gente que lo rodeaba tenía el pelo dorado y alma dorada. El hombre se preguntaba qué significaría eso. Antes sentía vergüenza de ser así. Ya no. ¿Un poco? No. Quizás
¿Si las campanas dejan de sonar, dejaremos de escuchar? ¿Si el hombre ama dejará de pensar? Pero el amor es pensamiento. El amor es una idea.
Una idea puta.
El hombre se perdió en el repentino quiebre. No supo qué hacer con ese tiempo vacío. Lamentó profundamente el cierre de la librería. Caminó y caminó, porque nada más podía hacer. Podía pensar. Soñar. Y lamentar. Era lo único que le quedaba. Así que caminó y pensó. Cuando se cansaba se sentaba y cerraba los ojos. Escuchaba la frescura del viento y olía el sonido de las tontas mañas comunes del lugar. La niña que no puede encontrar el juguete favorito. El joven que no tiene permiso para salir en la noche. Los viejos que no pueden comprar una casa al frente de la playa. Cuando hay más tranquilidad, hay más posibilidad de entender todo lo que pasa en tu alrededor. Las hojas que caen y forman una hojarasca. La mano que se desliza y sube por la pierna. El amor carnal.
A lo lejos, en otra parte de la ciudad es diferente. Se siente a una niña siendo golpeada y luego violada. Se siente al niño que rompe el vidrio de una tienda para robar cosas y poder subsistir en el medio hostil. Se siente al trabajador que no puede hacer más que barrer. Todo eso hace triste a nuestro hombre. No porque ocurran, sino porque no hace nada por eso. Le da vergüenza admitirlo y culpa a su inexperiencia y a su falta de oportunidad para ayudarlos. Para enmendar eso, ayuda a la niña que no encuentra el juguete favorito. Se siente estúpido por eso.




Los amigos de Girard no son necesariamente amigos. Más bien compañeros. Sonríe cínicamente con ellos. Se siente falso, no obstante, sabe que es mejor así. Sus compañeros creen entenderlo aunque en realidad conocen a una máscara. Es raro que pase eso cuando el artista ama mucho. Ama pero lentamente su amor se envenena. Ya no sé a quién amar.
Girard conoce a una mujer y torpemente se deja engañar. Es una chica con pelo radiante. Me acuerdo que una vez el sol iluminó esas mechas, miré con mis propios ojos al radiante sol, a ese que los incas llamaban Inti. Sus ojos añiles son dos enigmas eternos que no se fueron de mi cabeza por mucho tiempo. Ella es bondad pero por dentro algo más. Una perversión que no quiere dejar salir. Prefiere ocultar eso. Como si fuera un pecado indigno. Eso le gusta. Porque sabe que en el furtivo encuentro de los amantes se liberará esa energía. Esa perversión. Y sentirá su sexo También me gusta a mí. Quizás por eso me atrajo. Porque a pesar de que sus cualidades físicas fueran iguales que el resto, tenía ese dejo distinto.
El hombre se hizo amigo de la mujer. Se conocieron sorpresivamente en un paseo diurno. Se contradecían mucho. Eso le gustaba al hombre. La amistad fue sana. Al principio fue sin ninguna malicia. Sin intenciones por detrás. Fue un lazo creado y sostenido por las intenciones de los aires. En realidad no existe ninguna razón para que nosotros dos seamos amigos. (En realidad no existe razón para que genere lazos en este entorno) Sin embargo el artista es torpe y ama más de lo que debería. Y lo sano se fue convirtiendo en dañino. El artista ama de esa forma. Ama lo que no debería amar. Ama el fruto prohibido y el experimento. Si el artista no experimenta muere en el yugo de la superficialidad. Muchas veces lo que desgarra el miedo a probar la fruta prohibida no es racional. El miedo. La rebeldía. El amor.
¿Qué es la racionalidad?
(Mejor) Dígamelo usted.
El artista trató torpemente de seducir a la mujer. La invitó a salir varias veces para poder charlar. No solo para desarmar sus gestos y movimientos en pequeños elementos, sino que para poder desfragmentar su pensamiento para ver si era compatible con el suyo. Creyó que sí lo era. ¿Pero qué significa eso? Nosotros esculpimos a la gente que nos rodea con nuestras propias ideas. Podemos atribuirle elementos nuestros. Son una proyección de lo que nosotros queramos. Las personas son complejas. No las entiendo, sin embargo hago un esfuerzo. Hay otros que se resisten a pensar así. Moralistas que piensan en el destino del hombre. Que se creen capaces de juzgar las actitudes como si estas fueran independientes. Objetivas. Quizás puede que tengan razón. Quizás puede que sean unos ilusos.
Yo amo al hombre. Ergo amo la sabiduría y la filosofía. Empero envidio al idiota. Cuánto mejor sería vivir la vida sin ese constante deber por el mundo. Sí, yo amo al hombre pero me gustaría no amarlo. Desearía ser egoísta preocuparme de ganarme la vida sin pasión y disfrutar del banal éxito. El sueño de la pasión es mayor a ese deseo estúpido mío. La pasión supera al banal éxito. El artista se acuesta con la pasión y no puede hacer nada al respecto. Son amantes naturales e inherentes.
El labor del artista es pintar un retrato de la realidad. Crear su propia realidad bella. Que refleje su entorno fríamente o satíricamente. Ahí está la crítica. También dicen que las obras de arte son la luz descompuesta que sale del prisma de Newton. Por eso dicen que la ficción tiene algo que ver con la vida del autor.
El hombre dejó atrás sus cavilaciones y volvió al enorme y fútil esfuerzo de cortejo hacia su amiga, que detuvo por un suceso que ocurrió mientras el estaba en otro lugar del mundo. La noticia llegó como un asunto importante pero no fue entendida en su totalidad. Era muy joven para poder procesar todas las emociones que le provocó saber que la mujer estaba con otro. Nació un rencor gratuito hacia a ese otro. Envidia lo más probable. Ellos estuvieron felices mucho tiempo. Luego él se fue y vinieron otros. Me pregunto si alguno de ellos habrá probado con éxito el elixir de los amantes. Si habrán probado su sexo.
A pesar de haberla amado durante tanto tiempo, ahora sé que lo nuestro no habría funcionado. Después de mucho ver tus ojos y escalar en tu profundidad mental me doy cuenta. Antes era joven y estúpido. Ahora solo soy estúpido.
¿Somos hijos de nuestro entorno? ¿Entonces yo qué soy?
Girard sufre de un trastorno difícil. Ve mayoritariamente negro. No encuentra la gracia en los mismos rincones que las personas que lo rodean. Busca la felicidad de la misma forma que sus compañeros. Desempolva los mismos muebles. Pese a su gran esfuerzo, no encuentra el sentimiento. Se amarga porque el esfuerzo no es retribuido. Posteriormente se cuestiona las cosas. No entiende por qué todos se ríen tanto. Tampoco entiende por qué son tan monótonos. Encuentra aburrido sus juegos y sus actividades. Tiene cuidado de no decirlo en voz alta. Es peligroso porque lo tildan de subversivo. Usa su máscara diaria para enfrentarse a este gran dilema. Hasta que se cansa y necesita tiempo a solas para pensar. La librería no está y no puede usar ese espacio. Camina. Cuando se cansa, se sienta. Siempre pensando y soñando.
No entiende por qué le tocó vivir ahí.
El artista soñaba a veces con otro tipo de vida. En la que arriesgaba cosas. Le gustaba mucho eso. Pero no tanto como los sueños con su amiga no correspondida. Girard soñaba que su pelo y ojos no eran negros. Que tenía una familia con una mujer (otra quizás) y trabajaba todos los días. Que pertenecía a ese lugar. Fue en ese entonces en que el hombre se dio cuenta de que era artista. En realidad no supo muy bien, no obstante, se plantó una semilla. El gusto a la mentira verdadera. La pasión ardiente por la ficción.
El artista es de profesión mentiroso. Y la primera persona a la que le miente, es a sí mismo. Creamos una fanfarronada y tratamos de hacer que la gente crea en ella. Por eso hacemos un pacto de verosimilitud con el lector, porque si describimos una pipa, queremos que el lector piense que es una pipa y no un montón de palabras vacías. Sus significado FALSOS son invenciones creadas por nosotros. René Magritte nos dijo Ceci n`est pas une pipe. Nos reveló una verdad que a pesar de ser simple, está llena de sabiduría y realidad. Los actores son buenos mentirosos. Saben fingir mucho mejor que el artista visual y el poeta. Una vez escuché que todos podíamos ser actores pues en nuestras vidas también actuamos. Nuestra vida es una gran mentira obra de teatro con múltiples escenas. Quizás yo esté en la obra equivocada.
La obra de uno se va construyendo de a poco. En mi entorno tenemos la posibilidad de pagar por una buena escenografía. Solo hay un problema, el uso de ella es OBLIGATORIO. No me hago el desdichado. Hay personas que no tienen esa oportunidad. Doy gracias. Además sé que es mi culpa. Si quiero podría terminar con la errónea obra e irme a buscar la función que me corresponde. Pero soy cobarde ante la incertidumbre. Estoy atado con estas cadenas esperando a las víboras para que me devoren.




Hormigas recorren el gran callejón. El vidrio se va fragmentando de a poco. Mientras más se quiebra, más me reconozco. Cada parte de la totalidad representa una pequeña idea de mi ser. Forman una gran totalidad. Diría que es hermosa pero no lo es. Es una imagen borrosa en la que poco se puede reconocer. Girard cree que es mejor así. Prefiere que lo recuerden por un elemento pequeño que por su totalidad. No es pudor. No son ellos, sino que él. No le agrada la gente de su entorno y hace lo que está al alcance de su vida por evitarlas. Sin éxito muchas veces. Dicen que fracasar es parte del proceso. El fracaso es bueno. Nos indica cuál es nuestro lugar en este mundo. Aunque a veces sea injusto. La vida es injusta porque somos libres.
Girard no aprende la lección manifestada en su fiasco de amor con su amiga. Conoce a otra. (Conocer no es la palabra indicada) Ve a otra. Ojos y pelo castaños y cara de girasol. Nunca la conoció bien. Pero el artista la va moldeando. Crea su personalidad a su antojo y la aprecia de una forma nunca antes vivida. Quiere sentir sus labios y su sexo. Quiere ver obras teatrales y escuchar conciertos de cuerdas con ella. Ella debe tener un carácter firme y determinado, también gran bondad y corazón. Debe amar increíblemente. El artista premia esto por sobre todo lo demás. El artista necesita que su pareja ame apoteósicamente. Su amor se debe comparar con el suyo. Debe tener gran pasión. Por eso también el hombre cree que a esta nueva mujer le gusta el color rojo. Porque es el pigmento de la sangre. La tonalidad d e la pasión.
Pasa el tiempo y Girard se desespera. No hay amistad si quiera para confortarse. También se entera que la mujer está saliendo con otro. Es la primera vez que le duele el amor. Un amor tan perfecto. Un amor hecho a la medida. Un amor que no existe y nunca existirá. Cae en un pozo de oscuridad. No sabe cómo salir. Ve el reflejo de la mujer perfecta en todas las demás, es decir, todas las mujeres se convierten en aquella que amó. De a poco la enfermedad va pasando. De a poco me voy sanando. Y me repito muchas veces (para que se me quede en la cabeza) no volverás a cometer los mismos errores.
El amor nos hace cometer errores estúpidos. Principalmente hace que el ente racional de Aristóteles se comporte como una bestia. Por un beso…Yo no sé qué te daría por uno. Quizás algo que vale mucho más. Las ideas caen ante el amor. Irónicamente el sentimiento es finalmente una idea. El amor y la muerte son las ideas más fuertes que existen. La primera hace que todo se desmorone. La segunda hace que tú te desmorones.
Odio (trato) el amor.
Odio que se ría de mí mientras se acuesta con el otro. Lo peor es que a pesar de eso. Sigo amándola.
(De a poco.) La semilla del artista sigue creciendo. La escritura de Girard es una respuesta o una forma para poder escalar por las murallas del pozo y escapar del terror del amor. Le relaja escupir sus sentimientos con cada palabra. No sabe si lo hace bien. No le presta atención a eso. Es solamente un detalle. Hay gente que dice que en ellos está la belleza. Efectivamente es así. Para entender algo hay que estudiarla desde las partes. Cada palabra del poema debe ser precisa y hermosa (Con sutileza). De esa forma, el texto alcanzará grandeza. Otros dirán qué para entender la grandeza hay que preguntarnos dos cosas. Cómo ha sido descrito el objeto y qué tan importante es este objeto. La primera pregunta aclara la perfección del poema y la segunda su importancia (BULL SHIT) Un poema es bello cuando refleja una verdad desgarradora. Mientras más frío y crudo sea, más bello será.
¿Serán capaz un montón de palabras generar una realidad? ¿Serán capaz de desgarrar al lector? ¿de hacerlo entender? No. Pero con la ayuda del artista sí. A veces creo que no soy yo quien usa las palabras. Quizás los símbolos carentes de significado propio me usan. Y reflejan. Y crean. Y construyen.
¿Serán las palabras invenciones del hombre o seremos nosotros quienes hemos sido creados por ellas? El lenguaje va creando realidad. Es cierto que somos nosotros los dueños del lenguaje. Pero pocas veces lo ocupamos bien. Pocas (nunca) veces decimos lo que realmente queremos decir. Porque nuestros pensamientos son abstracto, lo único que hacemos al transmitirlos con palabras es describirlo pero nunca podrán entender plenamente el pensamiento. La palabra es una llave que abre miles de puertas posibles. Pero puertas que nunca igualarán la majestuosidad del momento.
El lenguaje es una trampa mortal.
Girard frecuenta sus caminatas en la noche. Cree que así podrá estar solo (o sentirlo). Le agrada sentir la fresca ventolera de las alturas. Agradece a los Dioses por lo menos la oportunidad de vivir físicamente bien. (Pero no solo del pan vive el hombre). Cuando camina piensa en lo difícil que debe ser ser filosofo. Toda una gran red de pensamientos que tienes que sostener. Y hay que ser coherente. Nuestro artista cree que es imposible ser coherente siempre. A menos que se sea terco. Nuestro pensamiento va evolucionando. Estamos en un constante darnos cuentas de verdades sencillas que a pesar de ser simples cambian nuestro ser. A medida que vamos creciendo nuestro discurso va madurando. Y lo que dijimos en tiempos pasados pasa a ser obsoleto. No podemos creer siempre en lo mismo. Hay que tener una espiritualidad crítica. Derrumbemos la casa que hemos construido y volvámosla a construir con los materiales del hogar destruido. El pensamiento del hombre es caótico. No hay más razón que la sin razón. Aun así, tenemos que buscar. No para encontrar las respuestas a nuestras vidas porque no tienen sino que para no encontrar nada. Puede sonar ridículo pero es lo que mueve al mundo. Busquemos para no buscar algo. Porque todo lo que encontremos será obsoleto tiempo después. Es un ciclo interminable y meticulosamente arreglado.
La literatura es cíclica. Igual que la vida. Es de esperarse que nuestro protagonista vuelva a caer en las trampas del amor. De la ilusión y rebeldía (No hemos contado eso todavía). ¿Pero qué pasará después de contarles su historia? Algo tendrá que cambiar en ustedes sino esta historia que es mía y tuya no habrá tenido significado alguno. Aunque también puede ser que ese sea el significado de este texto. Un texto sin propósito es una paradoja. Siempre hay algo detrás de las palabras (Mentira piadosa)
Antes de continuar con mí la historia, recuerda: El mundo se conforma por la destrucción de las ideas. Por las contradicciones. Esa es la única verdad absoluta. Que ojalá algún día deje de serla.
Girard no solo sufre de mal de amor. Es también joven. Ergo revolucionario (Hago lo que puedo). Si uno es joven y no siente el llamado a rebelarse o cuestionar, se ha fracasado como joven. Existen viejos jóvenes y jóvenes viejos. Nuestro artista es solo joven. Tiene esa sed insaciable de rebelarse contra el sistema establecido. Marcha en grandes avenidas. Lee intelectuales prohibidos. Y así se va formando. A medida que va creciendo logra encausar su rebeldía. Hasta que llega a tal nivel que deja de entender todo el significado de la ideología. Empieza a seguir a su corazón. SE CONTRADICE.
A veces se pregunta por qué eligió el color rojo. Se responde con su propia historia. Desde niño pensante no podía entender el sistema de consumo. La ambición del capitalismo. La felicidad era entendida de otra forma. Por eso cuando Girard busca la alegría en los mismos rincones que sus amigos no la encuentra. Nuestro artista es distinto. Lo sabe y lo entiende a la perfección. El problema es que cree fehacientemente que es DEMASIADO injusto. No ha hecho nada para merecer eso. Quizás ahí se encuentra el problema. No ha hecho nada.
La sombra cambia. Se mueve y aleja de nosotros. ¿qué hemos hecho para enojar a nuestro otro yo?
Liberemos a nuestras águilas. Dejémoslas relucir su fulgurante plumaje de oro. Sus plumas son el sueño de libertad que nos prometió un hombre. Sus diamantes que todo lo ven son más hermoso que todas las cosas que podamos desear. No dejen que nadie toque a su águila. De lo contrario, no podrán ser artistas El poderoso animal contiene todas nuestras pasiones. Desde la más pequeña hasta la más colosal. Dejen volar al maldito animal a la gloriosa ave. Mientras más alto vuele, más alto llegaremos nosotros. CUIDENLA
Volvamos a presentarnos. A veces (siempre) se nos olvida quién somos. Soy Girard. Tú también lo eres un poco. En cierto sentido todos somos Girard. Todos nos ocultamos debajo de una máscara. Tú también tienes el pelo y cabello negro. Puede ser una maña extraña o un sueño pervertido pero tienes algo que ocultas que no corresponde de donde vives. En el peor de los casos puedes tener otro elemento de Girard, pero sin duda hay algo de él en ti.
Nuestro hombre ha vivido muchas cosas que no contaremos. Pero hay un pasaje de su vida que es sumamente importante y que vale la pena contar. También incluye una mujer. Sus pelos también eran dorados. (Es difícil encontrar otro color que no sea ese en el medio donde vive nuestro amigo) Era una mujer fantástica. Casi increíble de ser que su actitud era muy creíble y similar a las de las otras. ¿Qué sería lo que encontraba Girard en esta mujeres si era igual a todas las demás? La respuesta era simple. Al descomponer sus acciones (Cómo lo hacía con todas las personas) veía la sencillez y lo extraordinario que era ella. Una bondad colosal. Una sencillez de corazón. Un amor igual de grande que el artista (Manifestado de forma distinta). Cayó rendido antes los pies de la mujer. Miraba a sus ojos y de inmediato se daba cuenta que estaba frente a una obra maestra. Tan perfecta que no podía dejar de mirarla. Incluso sus fallos más humanos resonaban harmónicamente con su ser. Era impensable. Nunca había creído posible conocer a semejante persona. El hombre soñó que tenían una vida juntos. Que se susurraban “Je t'aime” acostados en una cama. Que enfrentaban su amor en el sello del sexo y la carnalidad. Si Girard ha amado a alguien más que a esta mujer, es solamente a su madre y a Dios. Pero pasó lo que tenía que pasar. La mujer no le interesaba en lo más mínimo todo el amor que podía entregar el enamorado. Volvió a caer al pozo. Uno mucho más tenebroso y profundo. No hubo forma de tener algún poder de sí mismo para llegar a pararse. Todo lo que creía y quería sucumbió a la depresión y a la destrucción.
Maldito amor. El peor mal entre todos los males.
El dolor de amor es el más terrible. No es como en los tramas (patéticos) juveniles. No. Cuando uno cae de rodillas ante el terrible sentimiento, todas las estructuras caen y uno se enfrenta sin ayuda a los ojos del universo grande y poderoso. Los primeros segundos estamos aterrados y no podemos gritar porque nuestra voz se ha ido. Luego cuando entendemos qué es lo que tenemos a los ojos, dan ganas de preguntarle los misterios la razón de la vida. Pero no se puede. El universo lo tiene prohibido. De nosotros nace impotencia. Da rabia porque es injusto. En ese entonces lo único que nos queda es caminar y pensar. No solo pensar por qué el amor es injusto. Esa es la primera pregunta de muchas. Qué somos nosotros ante el universo es quizá la última.
Uno no debe matar por amor. ¿Para qué? Matar es fácil. Luego de quitar el sentimiento de culpa que recae en nosotros, podemos seguir viviendo tranquilos. Uno debe vivir por amor. Vivir es ridículo. No existe ningún sentido. Todo es absurdo. Por eso vivir implica sacrificios. Es difícil. Nuestro artista piensa eso. Y sin ella no tiene ningún incentivo para seguir respirando. Espera que el ángel de la muerte lo venga a visitar rápido. Le gustaría poder quitarse la vida pero no puedo. Es cobarde. Sabe que en el más allá estará mejor (Estaré tranquilo). Pero tiene miedo a la incertidumbre. Todos le tenemos miedo a ella.
Girard por más que trata no puede superar el trauma. No entiende su vida sin ella, (sin rieles o sin rielas). Por detrás del problema hay miedo. Miedo ha vivir cien años de soledad. Porque las personas estirpes destinados a cien años de soledad no tenían una segunda oportunidad sobre la tierra. Miedo.
Aunque logre superar el tema, habrán secuelas. La imagen de la mujer ha sido completamente afectada. Una mente superflua es el estigma que tiene nuestro artista de ellas. Ha vivido con tantas mujeres con pensamiento inútil que es una reacción natural que las tilde así. Ninguna de ella ve más allá de su diversión mundana y monótona. Incluso las que amó son así. Detesto a las mujeres. Crueles mujeres que no logran comprender mi amor por el hombre. Que no entienden mi pensamiento. Que me tildan de subversivo solamente por ser distinto y preocuparme de cosas importantes. Ustedes no harán nada por el planeta. Morirán sin dejar ninguna huella. Yo tampoco lo haré pero por lo menos trataré de ayudar a la raza humana. Malditas mujeres. Las odio.
Girard quiere equivocarse porque ama carnalmente a las mujer (pero no intelectualmente). Sin embargo solamente a podido encontrar amparo de su pensamiento con el sexo masculino. Este último se acerca mucho más a lo que espera para el hombre como raza. Quizás lo griegos estaban bien. Pero ojalá no. injusticia.
Solo hay una forma para solucionar todo. Irme al exilio a enfrentarme con los fantasmas de mis temores. SOLO. Debe haber calma total. Hay que pensar. Solo pensar para enfrentar.
De la cenizas resurge el hombre. Imperfecto como siempre. En las cosas más imperfectas está la belleza perfecta. En la sencillez.
La reflexión es el arma más letal para el hombre. Mientras más pensamos más descubrimos nuestras debilidades. Por eso la gente prefiere ser estúpida que a pensar. Porque prefieren ocultar su rostro. Lo único de no cobarde que tiene Girard es que no para de pensar. Sabe que la mayoría del tiempo le hace mal pero no le importa. Algún día sus pensamientos serán un poco positivos y lo ayudarán.
En el exilio el hombre repasa la poca vida que lleva hasta el momento y ve el espejo armado completamente. Ve como las pequeñas partes hacen un todo. Hay cosas que pueden estar mucho mejor. Piensa que no es bello pero luego cambia de parecer. Es bello. Es él. Soy yo. Eres tú.
Sigue el curso de su vida sin mujeres, sin librerías y sin esperanza. Esta última es absurda. Las otras dos también. Todo es absurdo. Pero el absurdo es bello. Vivimos sin ninguna razón. ¿Hay algo más bello que eso?


La beauté sera CONVULSIVE OU ne sera pas
esta bueno, llega a algo poderoso , brigido
de kien es? de donde es el ke lo hizo?
Bien bueno, comparta datos del autor.
Bueno, bueno, no hay mejor auto compasión que sentirse un poco identificado
El cuento es mío, y fue revisado con una profe de literatura latinoamericana. Fue un intento de quebrar lo que acostumbraba a escribir (CF/fantasía), qué bueno que tenga críticas positivas Big Grin


Saludos!