2018-11-21,10:56
Camilo Catrillanca muere asesinado de un balazo por la nuca por uno de los gope parte del comando jungla de carabineros, policía militarizada dependiente del ministerio del interior, a las pocas horas el intendente de la araucanía, luis mayol señala que el comunero tenía antecedentes anteriores por receptación. El ministro del interior andrés chadwick da su respaldo al actuar de las policías. Toda la situación originada por un robo de vehículos a unas profesoras en una escuela del sector donde vivía el comunero asesinado (hecho que si aconteció, encontrándose los vehículos horas más tarde dentro de la comunidad de Temocuicui).
Con el paso de las horas las versiones de los carabineros implicados en el operativo se contradicen y se diluyen, las cámaras que debían registrar el accionar de las fuerzas policiales no registran el hecho, luego se sabe que el mismo carabinero que disparó destruyó la tarjeta de memoria que debía contener las evidencias respectivas de la actuación de la fuerza policial. Un joven de 15 años que acompañaba al comunero al momento de su muerte señala que fue violentamente golpeado por carabineros y que al ser llevado al móvil para ser trasladado a la comisaría de ercilla, vio a uno de los carabineros sacar la tarjeta de memoria de la cámara que portaba y cambiarla por otra para empezar a grabar nuevamente, antecedentes que constan en la carpeta de investigación de la fiscalía que lleva el caso.
Más allá del efecto que ha concitado el hecho en si, lo que se puede apreciar nuevamente es la forma en la que el estado de chile ha llevado el tema a través de los años respecto a las demandas y reivindicaciones del pueblo-nación mapuche. Desde la decada de 1860 en adelante el estado de Chile (y también el estado argentino) llevó adelante una campaña de usurpación y atomización de las comunidades mapuche. La mal llamada pacificación de la araucanía es prueba clara de ello, donde a las comunidades se les quita la tierra para ser subastadas por parte del estado entre colonos chilenos y extranjeros, con el fin de dar productividad a los territorios con la idea de poner al país en el marco internacional de las naciones modernas (por lo menos eso en teoría). Entre destacados intelectuales y políticos de la época como benjamín vicuña mackenna, "el indio" no es más que un ser improductivo, de baja clase, pobre, sin motivaciones y sujeto de erradicación.
Si se hace un rastreo simple se puede deducir que ningún gobierno desde 1860 en adelante, o yendo más al siglo XX, ninguno de los gobiernos ha tenido la voluntad de dar solución o conversar de manera formal con el pueblo mapuche, mucho menos de querer dar solución a sus demandas, las que básicamente se refieren a la restitución de los territorios usurpados y al reconocimiento como una nación como tal, con sus propias autoridades y cosmovisión. Ningún gobierno, ni siquiera el de Allende con reforma agraria puesta en marcha tuvo la voluntad política de restituir territorios y dar autonomía al pueblo mapuche. Mucho menos Pinochet.
Con la llegada de la democracia tampoco hubo la voluntad política, en 20 años de gobiernos de concertación pueden contarse también otros mapuche muertos a manos de las fuerzas policiales emplazadas en la zona; como jaime mendoza collio, alex lemún o matías catrileo también muertos por la espalda en enfrentamientos con carabineros (existiendo investigaciones concluidas y sentenciadas en que carabineros adulteró evidencia, encubrió u obstruyó la investigación).
Durante el primer gobierno de bachelet se pone en marcha la "patrulla de asuntos indígenas" o "patrulla étnica" que no es más que el inicio de lo que hoy conocemos como "comando jungla", personal de carabineros instruido antes por personal militar estadounidense y en la actualidad entrenados en colombia y especializados de la misma forma en el combate a la guerrilla y grupos paramilitares. Durante el primer gobierno de bachelet se implementó bajo el mando civil de jose antonio viera gallo y jungla fue puesto en marcha bajo el mando civil de andres chadwick, todo esto dejando en claro que ni en gobiernos supuestamente de izquierda y los dos gobiernos de derecha no se ha logrado nada.
Durante los años el estado de chile siempre ha tenido una postura confrontacional de pistola al pecho y negacionista de su rol y responsabilidad en el conflicto que en vez de terminar recrudece a diario. Si se ha tenido la oportunidad de estar en las zonas de conflicto (tirúa, cañete, angol, ercilla entre otros) se puede percibir un ambiente espeso bajo la presencia de personal militarizado, el que bajo el pretexto de restaurar el orden no ha hecho más que caldear los ánimos e incitar a las comunidades a la confrontación y los actos radicalizados de grupos como la coordinadora arauco malleco o el consejo de todas la tierras.
Asimismo y también con pruebas en mano se a constatado un número importante de montajes realizados por personal de carabineros en la zona, para culpar de hechos de violencia a integrantes de las comunidades y a los líderes de los grupos sindicados como violentistas, en este último aspecto el más reciente, el de la operación "huracán", donde un supuesto programa espía interceptaba los wsp de distintos mapuche implicados en hechos de violencia contra forestales, camiones y particulares, lo que terminó siendo falso y que costó incluso la salida del general director de carabineros (aunque este no lo reconociera así). El estado ha intentado de muchas formas criminalizar las demandas del pueblo mapuche y se ha escudado en el dar tranquilidad y normalidad a los chilenos que se han visto en medio del conflicto para actuar de manera violenta en contra de las comunidades.
Mientras la derecha históricamente a respondido con balas, la izquierda sólo se queda en las buenas intensiones, en mistificar el discurso, en utilizar la iconografía y los símbolos mapuche en sus murales, en su retórica, pero cuando han tenido el deber de devolver la mano han respondido de la misma manera que la derecha; con represión y criminalización.
Como sociedad hemos dado valor a la semántica como es el caso del ejercito que dice sentirse heredero de la bravura de los guerreros araucanos, pero que no ha dudado en perseguir, desplazar y asesinar al mapuche en el transcurso de la historia, como en alto bio bio o en ranquil (solo por dar un par de ejemplos). Nos hemos apropiado de sus nombres para nombras, equipos, sociedades secretas, calles, colegios, aviones y un sin número de cosas, pero al momento de empatizar el pueblo chileno, al parecer en su mayoría cierra filas con la apatía y la denostación, incluso la validación y apoyo al actuar represivo del estado frente al conflicto.
Niños que crecen en la violencia, que ven al chileno y al personal policial desde pequeños como enemigos, mujeres y ancianos baleados, violados en su privacidad y dignidad, encarcelados, perseguidos, asesinados, es un poco de lo que los mapuche viven y han vivido a manos del estado chileno desde casi dos siglos y al parecer el modus operandi del estado de Chile no cambiará.
Con el paso de las horas las versiones de los carabineros implicados en el operativo se contradicen y se diluyen, las cámaras que debían registrar el accionar de las fuerzas policiales no registran el hecho, luego se sabe que el mismo carabinero que disparó destruyó la tarjeta de memoria que debía contener las evidencias respectivas de la actuación de la fuerza policial. Un joven de 15 años que acompañaba al comunero al momento de su muerte señala que fue violentamente golpeado por carabineros y que al ser llevado al móvil para ser trasladado a la comisaría de ercilla, vio a uno de los carabineros sacar la tarjeta de memoria de la cámara que portaba y cambiarla por otra para empezar a grabar nuevamente, antecedentes que constan en la carpeta de investigación de la fiscalía que lleva el caso.
Más allá del efecto que ha concitado el hecho en si, lo que se puede apreciar nuevamente es la forma en la que el estado de chile ha llevado el tema a través de los años respecto a las demandas y reivindicaciones del pueblo-nación mapuche. Desde la decada de 1860 en adelante el estado de Chile (y también el estado argentino) llevó adelante una campaña de usurpación y atomización de las comunidades mapuche. La mal llamada pacificación de la araucanía es prueba clara de ello, donde a las comunidades se les quita la tierra para ser subastadas por parte del estado entre colonos chilenos y extranjeros, con el fin de dar productividad a los territorios con la idea de poner al país en el marco internacional de las naciones modernas (por lo menos eso en teoría). Entre destacados intelectuales y políticos de la época como benjamín vicuña mackenna, "el indio" no es más que un ser improductivo, de baja clase, pobre, sin motivaciones y sujeto de erradicación.
Si se hace un rastreo simple se puede deducir que ningún gobierno desde 1860 en adelante, o yendo más al siglo XX, ninguno de los gobiernos ha tenido la voluntad de dar solución o conversar de manera formal con el pueblo mapuche, mucho menos de querer dar solución a sus demandas, las que básicamente se refieren a la restitución de los territorios usurpados y al reconocimiento como una nación como tal, con sus propias autoridades y cosmovisión. Ningún gobierno, ni siquiera el de Allende con reforma agraria puesta en marcha tuvo la voluntad política de restituir territorios y dar autonomía al pueblo mapuche. Mucho menos Pinochet.
Con la llegada de la democracia tampoco hubo la voluntad política, en 20 años de gobiernos de concertación pueden contarse también otros mapuche muertos a manos de las fuerzas policiales emplazadas en la zona; como jaime mendoza collio, alex lemún o matías catrileo también muertos por la espalda en enfrentamientos con carabineros (existiendo investigaciones concluidas y sentenciadas en que carabineros adulteró evidencia, encubrió u obstruyó la investigación).
Durante el primer gobierno de bachelet se pone en marcha la "patrulla de asuntos indígenas" o "patrulla étnica" que no es más que el inicio de lo que hoy conocemos como "comando jungla", personal de carabineros instruido antes por personal militar estadounidense y en la actualidad entrenados en colombia y especializados de la misma forma en el combate a la guerrilla y grupos paramilitares. Durante el primer gobierno de bachelet se implementó bajo el mando civil de jose antonio viera gallo y jungla fue puesto en marcha bajo el mando civil de andres chadwick, todo esto dejando en claro que ni en gobiernos supuestamente de izquierda y los dos gobiernos de derecha no se ha logrado nada.
Durante los años el estado de chile siempre ha tenido una postura confrontacional de pistola al pecho y negacionista de su rol y responsabilidad en el conflicto que en vez de terminar recrudece a diario. Si se ha tenido la oportunidad de estar en las zonas de conflicto (tirúa, cañete, angol, ercilla entre otros) se puede percibir un ambiente espeso bajo la presencia de personal militarizado, el que bajo el pretexto de restaurar el orden no ha hecho más que caldear los ánimos e incitar a las comunidades a la confrontación y los actos radicalizados de grupos como la coordinadora arauco malleco o el consejo de todas la tierras.
Asimismo y también con pruebas en mano se a constatado un número importante de montajes realizados por personal de carabineros en la zona, para culpar de hechos de violencia a integrantes de las comunidades y a los líderes de los grupos sindicados como violentistas, en este último aspecto el más reciente, el de la operación "huracán", donde un supuesto programa espía interceptaba los wsp de distintos mapuche implicados en hechos de violencia contra forestales, camiones y particulares, lo que terminó siendo falso y que costó incluso la salida del general director de carabineros (aunque este no lo reconociera así). El estado ha intentado de muchas formas criminalizar las demandas del pueblo mapuche y se ha escudado en el dar tranquilidad y normalidad a los chilenos que se han visto en medio del conflicto para actuar de manera violenta en contra de las comunidades.
Mientras la derecha históricamente a respondido con balas, la izquierda sólo se queda en las buenas intensiones, en mistificar el discurso, en utilizar la iconografía y los símbolos mapuche en sus murales, en su retórica, pero cuando han tenido el deber de devolver la mano han respondido de la misma manera que la derecha; con represión y criminalización.
Como sociedad hemos dado valor a la semántica como es el caso del ejercito que dice sentirse heredero de la bravura de los guerreros araucanos, pero que no ha dudado en perseguir, desplazar y asesinar al mapuche en el transcurso de la historia, como en alto bio bio o en ranquil (solo por dar un par de ejemplos). Nos hemos apropiado de sus nombres para nombras, equipos, sociedades secretas, calles, colegios, aviones y un sin número de cosas, pero al momento de empatizar el pueblo chileno, al parecer en su mayoría cierra filas con la apatía y la denostación, incluso la validación y apoyo al actuar represivo del estado frente al conflicto.
Niños que crecen en la violencia, que ven al chileno y al personal policial desde pequeños como enemigos, mujeres y ancianos baleados, violados en su privacidad y dignidad, encarcelados, perseguidos, asesinados, es un poco de lo que los mapuche viven y han vivido a manos del estado chileno desde casi dos siglos y al parecer el modus operandi del estado de Chile no cambiará.